Durante el partido de ida por los octavos de final de la Copa Sudamericana disputado en Santiago, un hecho pasó inadvertido en la cancha, pero terminó encendiendo las redes sociales: la barra de Universidad de Chile le robó un trapo a Independiente.
El lienzo, sin embargo, no pertenecía a la barra brava oficial del “Rojo”, sino a una peña del club ubicada en San Vicente, integrada principalmente por familias e hinchas comunes. Este detalle provocó una ola de indignación que, según varios comentarios, habría sido uno de los detonantes de la furia que más tarde derivó en la brutal represión contra los azules en Avellaneda.
En distintos foros y redes, los mensajes coincidieron en criticar la acción de la barra chilena. “Sacarle la bandera a una peña que no son barras no es ninguna valentía, es de cagones. Si son barras y se la aguantan, tienen que quitarle las banderas a las barras bravas”, escribió un usuario.
Otro hincha chileno también condenó el gesto: “Soy de la U y no comparto esos códigos. Se sabe que con la familia no se mete, tengo muchos amigos argentinos y solo hay hermandad”. Estas opiniones reflejaron no solo rechazo, sino también preocupación por lo que se venía en la revancha.