El nombre de Humberto Andrés Suazo Pontivo siempre ha resonado con fuerza en Quillota, y esta jornada no es la excepción. El histórico delantero anunció hace algunas semanas que dará un sentido adiós al fútbol, poniendo fin a una etapa marcada por su talento, carisma y un legado imborrable en el deporte chileno.
El camino de “Chupete” Suazo no fue sencillo. Formado en Universidad Católica, tuvo pasos breves por Ñublense y Magallanes antes de regresar a su natal San Antonio, donde comenzó a brillar en la Tercera División. En 2003, con apenas 22 años, llegó a San Luis de Quillota y se convirtió en leyenda: anotó 39 goles en una temporada histórica que devolvió al club al profesionalismo, junto al técnico Mauricio Riffo y el arquero Víctor Rivero.
Tras una carrera llena de éxitos en Colo Colo, la Selección Chilena y el Monterrey de México, Suazo regresó dos décadas después al club de sus amores. Desde su retorno, ha marcado 24 goles más, consolidándose como ídolo eterno de los canarios. Para su despedida, se espera un estadio Lucio Fariña repleto, con más de 6 mil entradas vendidas, en un duelo clave ante Copiapó, que también lucha por el ascenso.
El reconocimiento a su trayectoria trascendió la cancha. El alcalde de Quillota, Luis Mella, anunció que el concejo municipal decidió de forma unánime declararlo Ciudadano Distinguido, destacando su aporte al deporte nacional.