El primer censo apícola de la Municipalidad de Chiguayante, en la región del Biobío, reveló que hubo una disminución del 50% de colmenas producto de los incendios forestales.
Los abundantes y dantescos siniestros que se registraron durante el verano en la zona centro sur del país, no tan solo arrasaron con viviendas y bosques, sino que también con la biodiversidad que habita en ella.
Así lo constató el estudio elaborado por la municipalidad, el que evidenció la difícil situación por la que atraviesan los apicultores y apicultoras de la comuna.
Con el fin de contrarrestar esto, la Seremi de Agricultura hizo entrega de ayuda a 38 de ellos.
En concreto, los apicultores recibieron 10 kilos de azúcar y multivitamínicos, elementos esenciales para la alimentación de las abejas.
Por su parte, el alcalde Antonio Rivas, valoró la ayuda entregada por la seremi. “Es resultado de alianzas entre quienes entendemos que los ecosistemas son vitales para que la vida en el planeta se mantenga tal cual la conocemos hasta ahora”, comentó.